(english version)
Viernes 20. Vigo - Kiel.
Raquelita, Lorena y yo cogimos el último bus del día a O porto, y allí teníamos que coger un avión de madrugada a Hamburgo. Como el bus nos dejaba varias horas antes del vuelo en el aeropuerto aprovechamos para pasear por allí, cenar, leer, intentar dormir...
Pasear por una construcción tan espaciosa, prácticamente vacía y en penumbra te hace pensar en cosas trascendentales de tu vida. En uno de esos paseos descubrí la que sería para mi la canción del viaje.
Lo más destacable del vuelo es que era la primera vez de Raquelita (te gustó, no lo niegues), el gps y la comida gratis.
Ya de día y con una nube en nuestras cabezas esperamos por nuestro equipaje en el aeropuerto de Hamburgo. Estando allí me pareció ver a Aimar fuera, esperandonos. Imposible, nos debía esperar en Kiel y aún teníamos que coger un bus hasta allí... No se si lo vi realmente o no pero allí estaba, fue una agradable sorpresa para todos. Al final consiguió jugarmela para que no me diera tiempo a inmortalizar el reencuentro de la pareja.
Sábado 21. Hallo Kiel!
Nuestro primer contacto con Kiel fue pedir y tomar un desayuno en la cafetería de la estación. Un show: las nuestras son las únicas voces que se oyen en la cafetería y nos hacemos un lío tremendo con tazas y napolitanas.
Lorena a todo volumen:
- ¡¿Donde tiene la leche esta gente?!Nos fuimos a dormir. Raquelita y Aimar en su habitación y Lorena y yo en la habitación de Georgia (una amiga griega de Aimar) en otro piso distinto. No hay almohada ni sabanas, pero hay demasiado sueño como para que eso importe.
- La tienes al lado.
Por la tarde dimos un largo paseo por el puerto de Kiel. Queriamos llegar a una carpa otro lado del fiordo porque allí estaban de fiesta los amigos de Aimar, que todavía no conociamos.
Esto fue lo primero que vi al entrar en la carpa... Comienza la Kieler Woche!
A los 2 minutos estábamos mezclados en la pandilla de Aimar, todos bailando subidos en los bancos con una jarra de cerveza de un litro en la mano y rodeados de alemanes alegres. No hay mejor deporte.
Domingo 22. Bosque, partido y nacht café.
Fuimos a dar un paseo por un bosque típico alemán. Hacía un bochorno muy fuerte y el cielo se empezaba a oscurecer... pero mejor que el resto os lo cuente uno que yo me se:
Después de esa tremenda descarga de agua quedó un día de puta madre. Vimos desde un puente el canal para barcos que hicieron los alemanes hasta el fiordo y nos volvimos al centro de Kiel para ver el españa - italia con unos amigos de Aimar, la mayoría italianos. Recuerdo nombres como Alice (todo un personaje: le gustan los chorritos, "ñaña ñañaña!") y Mauro, el costariqueño. Muy majos, de verdad.
Esa noche queriamos fiesta. 4 valientes: Lorena, yo, Moncho (el mexicano) y el granadino. Whisky con cocacola de camino a un garito: el Nacht café. Un sitio con mucho ambiente, música electrónica y bebida no muy cara para ser Alemania (te pagaban si les devolvías botellines). Perfecto, ya tenemos local para montarla de noche!!!
Volviendo a casa esa noche.. no tiene desperdicio
Lunes 23 y martes 24, Kiel
Georgia, la dueña de la habitación que ocupábamos Lorena y yo volvió a Kiel, así que nos mudamos a la habitación de Aimar. Para pasar una primera noche en su habitación con el kit completo de dormir tuvimos que irnos de compras al Ikea. Y aunque mientras llegábamos a casa después de un día de patear el paseo del fiordo nos parecía que no nos faltaba nada, en el último momento faltó lo esencial: el colchón.
Lorena nunca pensó que dormiría tan bien en el suelo.
Entre paseos por Kiel y fiestas nocturnas en el Nacht café con los amigos que hicimos allí pasaron estos dos días. Eramos kielerienses!
Miércoles 25. Strande.
Nos levantamos temprano para ir a un pueblecito llamado Strande (del alemán Strand, playa) a las afueras del fiordo. Desde luego el norte de alemania es un buen sitio para hacer una regata! hacía un viento de la ostia pero pudimos ver un poco de lejos todas las competiciones de barcos, windsurf... y el pueblo, que era pequeño pero con varias casas muy típicas de la zona. Fue aquí cuando Lorena tubo la acertada idea de irnos ella y yo a Berlín el fin de semana y dejar a Aimar y Raquelita un poco de tiempo para ellos, creo que fue una idea que acabó gustando a todos.
A la tarde nos fuimos con las canarias y los demás a ver el Alemania - Turquía, que vivimos como si fueramos alemanes de pura cepa, con gritos de alegría al terminar y todo. Aprovechamos el ambiente y el alcohol en sangre y nos fuimos de marcha. Pena que hubo que volverse pronto pero la verdad es que al día siguiente nos esperaba algo grande.
Jueves 26, Hamburgo.
Nos levantamos muy temprano (otra vez!) para poder coger pronto el tren. Ya en Hamburgo salimos de la estación de tren (impresionante) y nos dirigimos al ayuntamiento a través de Mönckebergstraße, una calle ancha y muy bonita.
Una de las imágenes mas bonitas del viaje estaba en el patio interior del ayuntamiento. Una fuente con una estatua femenina en lo alto y de fondo la fachada del edificio... Hamburgo!
Comimos al borde de uno de los lagos que hay en la ciudad. Los patos querían sándwich y nosotros queriamos pato a la naranja. Al final no hubo trato pero al menos pudimos descansar, el viaje ya pasaba factura a los pies y piernas.
Después de dar un paseo por el puerto (uno de los mas importantes del mundo) visitamos la iglesia de san Nicolas (St.-Nikolai-Kirche), de la que solo queda la torre.
Hay que decir que durante nuestro viaje siempre aparecía en algún momento la sombra de la segunda guerra mundial, pero fue en este momento cuando más estubo presente. Hamburgo, que en su momento debió estar llena de vida y actividad, fue literalmente arrasada por la avición aliada. Razón: preguntenle a las bombas.
Recorrimos Hamburgo impresionados y nos volvimos exhaustos. Es una ciudad que realmente hay que ver.
Por la noche se repitió el ritual de salir, beber y divertirse!
Sábado 28. Berlín, primera parte.
Después de pasar la noche sin dormir, Lorena y yo corrimos hasta la estación de Kiel para coger un tren que nos llevaría a Berlín, tal y como habíamos planeado. Nos hicimos un lió en la estación de metro de Ostkreuz para pasar de la U (U-Bahn o metro) a la S (S-Bahn o tren metropolitano) ya que en teoría eran la misma estación pero estaban en complejos distintos y luego, ya en el hostel, no encontraban nuestra reserva. No pasa nada, todavía no es mediodía y ya estamos listos.
Empezamos el tour llegando a la isla de los museos a través del puente de la calle Bodestraße. Queriamos ver el museo egipcio (Museumsinsel), en especial el busto de nefertiti, un canon de belleza de más de 3300 años! A la salida nos sentamos en las escaleras del museo contemplando la tremenda plaza y la catedral evangelista de Berlín (Berliner Dom) a nuestra izquierda mientras oíamos a una flautista a la que no le dimos mucho dinero pero si muchos aplausos.
Nos pusimos en pié y recorrimos por la isleta central la calle Unter den Linden (una de las principales calles de Berlín) hasta la puerta de Brandemburgo, por donde pasaba el muro de Berlín. Nos cachearon para poder cruzar la puerta como si del checkpoint charlie se tratara ya que había una pequeña fiesta por la final de la Eurocopa del día siguiente. A este otro lado la calle cambia de nombre, ahora se llama Straße des 17 Juni y está rodeada por un bosque llamado Tiergarten de unos 500 metros de cada lado. El tráfico estaba cortado y parecía que había otra fiesta al fondo de la calle. Hacia allí nos dirigíamos. Resultó ser una fiesta gay al lado de la columna de la victoria (Siegessäule). Todo un contraste, la fiesta futbolera, los agujeros de bala en la columna de la victoria y la fiesta gay... Es Berlín!
Lorena y yo cogimos un metro y acabamos en una zona carísima de terrazas con velas y hoteles de 5 estrellas. Mientras oscurecía nos sentamos a hablar en las escaleras de una iglesia, se estaba genial.
Después de cenar hicimos un intento de encontrar una zona de marcha en la que no nos cobrasen mas de 10 € por una copa. Nos recomendaron la zona de Alexanderplatz pero solo vimos un local y no tenía muy buena pinta así que cambiamos el plan y aprovechamos para ver la plaza de noche, con su estación de metro y su antena de televisión (Fernsehturm).
Domingo 29. Berlín, segunda parte.
Como era nuestro último día en Berlín y teníamos que irnos del hostel dejamos la mochila en las taquillas de la estación de tren para no tener que cargar con ella.
Queriamos una vista con perspectiva de Berlín así que nos subimos a la antena de televisión, el segundo edificio más alto de Europa. Teníamos una vista de pájaro del centro, incluyendo el recorrido del día anterior: de la isla de los museos hasta la columna de la victoria. Impresionante.
El día empezaba a quedarsenos corto y el muro ya se había hecho esperar demasiado. La zona más interesante para ver del muro es la East side gallery, un trozo de poco mas de un kilómetro pintada por artistas de todo el mundo.
Al terminar la galería estaba la estación Ostbahnhof. Como nos quedaba poco tiempo aprovechamos para ir en metro hasta la Hauptbahnhof y así ver el parlamento alemán (Reichstag) con su cúpula, que estaban al lado.
Después de reírnos muchísimo doblando las conversaciones ajenas del alemán al castellano en la azotea del parlamento, decidimos salir para descalzarnos y tirarnos en la hierva a descansar. Que bien sienta la hierva fresca en los pies después de tanto andar!! Entre risas y pensamientos en alto llegó la hora de coger el tren de vuelta a Kiel.
Berlín es especial.
Lunes 30. Kiel - Vigo.
Llegamos a Kiel para salir una última noche. Sabor agridulce. Nos levantamos temprano para cojer el avión a Vigo, hicimos las maletas y dijimos adiós a Aimar y a nuestra vida en Alemania, a la que ya nos habíamos acostumbrado.
Durante un viaje de vuelta a casa así te replanteas tu vida. Supongo que en tu día a día cotidiano todos nos acostumbramos a las pequeñas dimensiones de nuestro propio mundo y olvidamos las posibilidades que hay fuera. Algo así como si solamente saliendo de tu casa pudieras darte cuenta de lo pequeña que es. Parece al contrario, verdad?
Aimar, Raquelita, Lorena, Barbara, Irene, Cristina, Rios, Luis, Iria, Moncho, Alice, Anika, Mauro... GRACIAS A TODOS!!!